Editorial Invertir en Eslovaquia
El blog de hoy durante el tradicional café de los sábados será de una naturaleza diferente a la que estoy acostumbrado.
Sin embargo, considero que es mi deber informar a nuestros inversores, seguidores, aficionados y a todos los colegas de Invest in Slovakia, lo que ocurre en nuestro país en estos momentosy qué impacto tiene en nosotros este estado "subestándar".
No voy a escribir ahora ninguna noticia bomba, ni voy a asustar a las multitudes. No voy a subestimar la situación, ni a tomarla a la ligera. Sólo quiero compartir con ustedes lo que está sucediendo a mi alrededor y qué amenazas y oportunidades veo actualmente, o vemos en nuestra empresasino también en nuestra vida personal.
Lo más importante es que quiero enfocar este artículo de forma racional y lo más sobria posible, pero con una pizca de autoestima y pensamiento positivo.
No leo periódicos. Casi nada. En las últimas 4 semanas he leído quizás 5 titulares sobre el coronavirus y probablemente ni un artículo completo. Ya ni siquiera lo recuerdo.
Sin embargo, leo muchos libros. Busco y Aprendo de la gente sabia, considerablemente más sabio y experimentado que yo. Aprendo de la historia. Me fijo en la gente que me rodea, en cómo reaccionan ante diferentes situaciones. Aprendo del entorno en el que vivo y que me rodea. Y me da una cierta perspectiva.
Seguro que en el último mes ha habido 10.000 artículos sobre cuál va a ser la previsión.
¿Qué?
Los que hoy afirman que estamos ante un colapso económico aseguraban hace un mes que la economía actual es a prueba de balas.
No me considero en absoluto un experto en la situación que se ha planteado. Tampoco creo que haya más expertos en el drama actual que domina el mundo que dedos en una mano.
Y tal vez por eso deberíamos no devorar cada pieza de informaciónque será escrito.
Muchos comparan la situación actual con la crisis de 2009. Y van más allá. Considera. En 2009, hubo una crisis económica. No había dinero en circulación. Los bancos no tenían efectivo. El desempleo estaba en niveles récord y los prestatarios no pagaban sus deudas.
Ahora la economía está con esteroides. Los bancos están llenos de dinero. Las empresas tienen dinero y les va bien. Todo el mundo está dispuesto a unirse y ayudar. Este es un problema de la sociedad, y me resulta muy extraño que alguien en este punto lo compara con la crisis económica de 2008-2009.
El coronavirus es la gripe. Una mutación de la gripe para la que aún no existe una cura clara. Pero no es una serpiente que esté acribillando a la gente y que pronto nos aniquile a todos.
Lo más probable es que, al menos en Eslovaquia, la situación se calme pronto y los nubarrones sobre nuestras cabezas empiecen a disiparse. No estoy subestimando la situación en ningún caso, pero con el mayor respeto debemos mantener la cabeza alta y no entrar en pánico.
Tengo muy claro que si nos bombardean con malas noticias a diario, nuestra psique no puede estar bien. Deja de leer los periódicos. Lo digo en serio. Las noticias más importantes le llegarán de todos modos: de un vecino o de la familia.
Sigamos todos las reglas que nos protegen y fortalecen nuestro cuerpo y espíritu. No hace ningún bien a nadie que empecemos a sembrar el pánico y el estrés a nuestro alrededor. Tengamos una actitud sana.
Estoy en cuarentena porque llegué del extranjero hace 12 días. Afortunadamente, estoy sano, y mi familia también. Si miro por la ventana de mi apartamento, veo a toda la gente con pintalabios. Jóvenes, ancianos, mujeres con niños.
Me resulta extraño. Aparentemente para todos ustedes. Pero lo que veo me motiva enormemente.
La forma en que nos hemos unido y estamos siguiendo todas las reglas necesarias para derrotar al virus es una gran victoria para todos nosotros.
Sé una cosa con seguridad. Será mejor de lo que era. Esta situación que estamos viviendo cambiará nuestra sociedad. No se trata de que no haya crisis y de que se recuperen algunos años de un choque. Tampoco se trata de reiniciar la economía desde cero.
Es una experiencia, una situación difícil que superaremos todos juntos y prevaleceremos. Eslovaquia se ha unido y está luchando junta, es una fuerza tremenda.
Por favor, mantengamos todas las responsabilidades que tenemos y esperemos el día en que aparezcan los primeros signos positivos. Y disfrutemos de esta victoria. Será un sentimiento de inmenso orgullo para todos nosotros.
Nunca volverá a ser lo mismo. No estoy hablando de la economía. Me refiero a nuestros hábitos. Esta es una experiencia que afectará a muchas cosas, tanto en nuestra vida como en los negocios.
Desde tareas sencillas como lavarse las manos. Desde la prevención de virus hasta los planes de negocio que las empresas tendrán que reconstruir desde cero.
Es una experiencia demasiado poderosa para volver a las viejas rutinas y continuar con lo que fue. No luchemos contra ello, adaptémonos.
Lo primero que me vino a la mente en cuanto tuve claro que tendría que encerrarme en nuestro apartamento durante un tiempo fue cómo esta experiencia podría afectar poderosamente a todas las empresas del planeta.
He estado pensando en ello, cómo un virus puede transformar el mundo y el entorno empresarial. Es posible que, tras experiencias similares con los virus, nos aislemos parcialmente.
Dejamos de buscar multitudes. Querremos comprar y gastar nuestro dinero desde la comodidad de nuestro sofá. Invertiremos o tomaremos prestado desde nuestro escritorio con el café de la mañana.
Esta experiencia que todos estamos viviendo puede cambiar definitivamente el entorno empresarial.
Créame, sólo En este momento, miles de empresas se plantean cómo llegar a su casa. Y al centrarse intensamente en este problema, se abren nuevas dimensiones de la prestación de servicios.
Aplicación. Entrega. Deberes. Estas son las palabras más buscadas en Google al mismo tiempo. Si las empresas no se adaptan, podrían pagar el precio.
Nuestros colegas, incluido yo mismo, tienen una oficina en casa. Pero trabajamos duro cada día. Reuniones y comunicaciones periódicas mediante conferencias telefónicas, mensajes de texto y correos electrónicos. Básicamente, trabajamos como siempre y nos adaptamos a las oportunidades que tenemos.
Tenemos una nueva oficina desde hace un mes en la que aún no he estado. Pero no son problemas insuperables. Al contrario. Nos enseña mucho. Ser más independiente. Trabajar quizás más relajados, gestionar nuestro propio tiempo, encontrar el espacio suficiente para concentrarse y reflexionar, lo que necesitamos.
Los proyectos inmobiliarios se han ralentizado durante un tiempo. Las autoridades no trabajan con la eficacia que deberían. Por supuesto, puede haber retrasos, pero todavía no hay escenarios catastróficos en el mundo inmobiliario.
Los precios de venta de los inmuebles ️ no se mueven. No está comprando con descuentos o por cantidades récord. Actualmente, la demanda de nuevas viviendas se ha estancado. Es por una experiencia completamente nueva y hábitos interrumpidoscomo hemos estado acostumbrados hasta ahora.
Seguimos trabajando y buscando formas de aprovechar las diferentes situaciones para ser aún más fuertes que antes.
¿Sabes lo que ocurre cuando empiezan a aparecer los primeros signos positivos? Empezamos a ganar contra el virus. La sociedad se unió y gestionó colectivamente la situación que provocó un pánico tan inusual. Tras varias semanas de estancamiento, por fin brilla el sol.
Pero el mundo cambiará. Nuestro comportamiento cambiará. El entorno empresarial cambiará. Desgraciadamente, muchas empresas no podrán soportar unas semanas de silencio, pero por otro lado, surgirán nuevos proyectos y empezarán a dominar.
Y el final de este año podría ser, y lo digo con toda seriedad, el mejor momento para todos nosotros.
Mantengamos la actitud correcta. Continuemos con los hábitos que son positivos para nuestro cuerpo y espíritu. Hagamos esas cosas que no hemos tenido tiempo de hacer en meses o años. Sigamos todas las reglas necesarias para luchar contra el virus.
Y por último, ¡celebremos todos juntos!
